La columna vertebral nos proporciona estabilidad y movilidad, para realizar esta función las articulaciones facetarias son sumamente esenciales. Las articulaciones facetarias son pequeñas articulaciones estabilizadoras ubicadas detrás y entre las vértebras, son semejantes a unas pequeñas bisagras en cada nivel de la columna, contribuyendo en un gran porcentaje al poder de torsión de su cuello y la parte baja de la espalda.
El dolor que surge de una articulación facetaria puede ser agudo, por ejemplo, después de cargar objetos pesados o realizar ejercicio vigoroso, o puede ser crónico, por ejemplo debido a cambios de desgaste subyacentes en los discos intervertebrales o en los casos de artrosis de dichas articulaciones. Si no se trata, puede volverse cada vez más doloroso, incapacitante e interferir en las actividades de la vida diaria.
El síndrome facetario puede desencadenar episodios de dolor de cuello y espalda baja que podrían extenderse a las nalgas, la parte superior de la pierna, los hombros o la parte superior de la espalda. El dolor en las articulaciones facetarias generalmente se experimenta como sensibilidad en las articulaciones afectadas, pudiendo resultar dolorosas al moverlas, especialmente al inclinarse hacia atrás o con los giros del cuello.
El dolor en las articulaciones facetarias debe ser tratado por un médico especialista en medicina del dolor. Si sospecha que padece esta afección o tiene dolor de espalda crónico que parece nunca desaparecer, es crucial visitar a un especialista en dolor. Un diagnóstico preciso es el punto de partida para crear un plan de tratamiento que funcione.
En algunos casos, se pueden realizar bloqueos de las articulaciones facetarias para confirmar el diagnóstico y también producir alivio del dolor. Su especialista en dolor puede asesorarle y realizar estos bloqueos.